jueves, 10 de febrero de 2011

Unión Europea: esta vez “SÍ”

Al momento del NO de Irlanda al Tratado de Lisboa, afirmábamos en un artículo (ver Letras Internacionales 26: “Unión Europea: esta vez “NO”), que la Unión Europea no aceptaría un no como respuesta. Los hechos lo confirman, en el reciente referéndum (segundo) la votación dijo finalmente SÍ al Tratado, con cerca del 64% de aprobación.

La votación anterior estuvo tan manchada de cuestiones electorales nacionales que no tenían mucho que ver con el Tratado en sí, que la gente terminó votando a favor o en contra de los candidatos nacionales, más allá de lo que realmente traía como cambio Lisboa, que poco se discutió. Las críticas le llovieron a Irlanda como agua y su gente sintió la necesidad de redimirse: ante la posibilidad de quedarse al margen del proceso, prefirieron seguir embarcados. En un contexto de crisis que afectó particularmente a este país, no era tiempo de alejarse. El mensaje había sido claro, la UE no iba a dejar de avanzar por ellos.

Las miradas giraron entonces, y rápidamente, hacia Polonia, donde su Presidente, Lech Kaczynski, había condicionado su firma de aprobación al Tratado de Lisboa, al “sí” Irlandés…una medida que no dejaba de sorprender ya que él mismo había negociado el Tratado y en todo caso, no parecería ser su papel defender los intereses irlandeses. Por más euroescéptico que se declare, su país es parte del grupo y son esos intereses los que se deben salvaguardar. Se tomó su tiempo, 8 días después del “sí” cumplió y firmó.

Ahora queda República Checa. Su Presidente, también euroescéptico, Vaclav Klaus, se niega a firmar la aprobación a riesgo de quedar sólo y con un costo político importante. Su argumento es que debe esperar a que la Corte Constitucional de su país verifique que el Tratado no se enfrente con la Carta Magna checa. De acuerdo a la prensa nacional, más parece estar aprovechando la exposición mediática para ser El que le dará vigencia a Lisboa. Otros, aseguran que es Inglaterra quien presiona a Klaus para que no firme, de manera de demorar el proceso hasta las elecciones legislativas en la isla (a más tardar, en julio 2010). Si ganan los conservadores, como todo indica, harán pasar el Tratado de Lisboa por un referéndum nacional y como Inglaterra viene siendo la que queda al margen de la mitad de las cosas en las que la Unión quiere avanzar…el resultado podría sorprender.

Lo planteamos la votación anterior, lo repetimos ahora, ¿es justo? En definitiva, ¿la democracia no se trata también del respeto a las mayorías? La solidaridad debería ser de ida y vuelta. Europa no va a dejar de avanzar porque Klaus quiera su hora de gloria y se le vaya de las manos, tampoco dejó de hacerlo cuando Inglaterra se negó a participar en otras ocasiones. La salida se va a encontrar, eso es seguro, queda por ver cuál será el costo esta vez.

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