...y así, sin querer queriendo estamos en la segunda mitad de la década...no hace mucho miraba el 2020 como algo muy muy lejano y ya casi estamos.
El 2016 ha sido un año de aprendizajes, grandes, definitivos, algunos lapidarios, otros iluminados. Mein lieber Nietzsche la humanidad sigue siendo estúpida y básica...no ha avanzado un ápice en el sustantivo...la religión sigue envenenando neuronas y alimentando odios...toda la apuesta en este siglo solo te reafirma en la crítica del tuyo...el hombre del 2000 iba a entender...lamentablemente, este hombre, entiende cada vez menos.
Leider sagen...aber ecce homo...absurdamente miope, dolorosamente egoísta, irritablemente simple. Mientras, vamos quedando en círculos cada vez más reducidos, somos cada vez menos los que hablamos el mismo idioma.
El observar en silencio y reaccionar en la discreción es la consigna. El 2017 es, una vez más, una nueva oportunidad para ser más humanos...aunque pocos entiendan lo que hay detrás de tal adjetivo...
Que sea una gran año en cada uno de sus mundos.
Bienvenidos a mi refugio. Escribir siempre me gratifica y mi relación con las letras existe desde que tengo memoria. De todo tipo porque tengo intereses variados, viejas historias, artículos de opinión que deberían ser serios (porque la academia también me gusta) y una parte que me divierte muchísimo, que viene a ser un retrato de la vida cotidiana. Es cierto que no soy muy disciplinada con la periodicidad de las publicaciones pero de temps en temps je passe. ¡Espero que les guste!
sábado, 31 de diciembre de 2016
viernes, 2 de diciembre de 2016
Me robaron
Nos han robado lo más importante
que tenemos como raza…y no nos damos cuenta.
La vida era mejor cuando la única
forma de saber del otro era levantando un tubo para escuchar su voz o tocando a
su puerta para verle. Más llevadera y con sentido...consistencia.
Soy mujer de otro tiempo, de
diálogos profundos, de escucha atenta, de valorar los tiempos, de cuidar. Me
siento totalmente desencajada en estas sociedades que corren y no se detienen a
mirar la puesta del sol, que mira y comenta más lo que te rodea, en vez de
valorar lo que te hace ser, que no razona al tomar decisiones en función de lo
humano, de prioridades básicas, siempre presta a la crítica sin mirarse al
espejo…no la entiendo, no me gusta.
Nos robaron la humanidad, me
robaron los abrazos, me robaron el tiempo que encontraba en la gente, en su
interés por desanudar tristezas, por mostrarme la mitad del vaso lleno cuando
solo podía ver la mitad vacía, me robaron los desayunos compartidos de risas y
puestas al día, me robaron el tiempo…no lo entiendo, no me gusta.
Me siento rodeada de mucha
miseria…poco corazón, poca humildad, poca empatía y no sé cómo salir, habrá en
algún sitio otros mundos en lo que pueda sentirme mejor...pero no sé dónde
están. Me han robado, no sé cómo empezar de nuevo, estoy perdida en un gran y
silencioso vacío. No lo entiendo, no me gusta.
No me cuestiono el camino que
decidí tomar, sólo vino a mostrarme que éste no es mi lugar.
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