miércoles, 11 de julio de 2012

ANA

Un queridísimo amigo me dijo el otro día satisfecho: "Encontré mi Ana". No hay mejor cosa que nos pueda pasar.

Ana es quien te enseña que lo que estás mirando es un prisma y que, por lo tanto, tiene otras caras, ergo, otras maneras de mirarlo. Es la que te enseña a caminar distinto, mirando cada problema de frente para poder encararlo, solucionarlo y seguir adelante. Ana es la que, en algún momento, te hizo entender que aquello que no podemos cambiar debemos aceptarlo sufriendo lo menos posible...Con quien aprendiste a ponerte esas mochilas sin que te pesen, para poder cargarlas el tiempo que el guionista de Dios haya decidido que así debe ser. Después de todo eso, Ana es tu bastón, porque a veces la vida se divierte con nosotros, y nos da empujones que nos hacen tropezar dejándonos cojos...y mientras recuperamos el equilibrio, Ana siempre vuelve para que nos apoyemos en ella...A ver, encontrar tu Ana es un privilegio.

 Mi Ana me dijo una vez: "Todos estamos, al final del día, cuando apoyamos la cabeza en la almohada, solos con nosotros mismos. Todos, en algún punto, nos encontramos solos cuando debemos tomar decisiones fundamentales." Por eso, Ana también es ese rincón donde aclarar las ideas, ordenarlas y proyectar escenarios. Es un refugio, tu refugio, donde sólo podés ser transparente.

 Ana puede parecer sólo un concepto, pero está representado por una persona, que luego de todo el camino recorrido se hace un lugar en tu corazón que nunca más dejarás que abandone, porque te da calor cuando tenés frío, porque mima tu alma y alimenta tu espíritu, porque te ayuda a crecer y avanzar...y vos lo sabés.

 Ojalá todos encontraran su Ana.